LA META DE TODAS LAS METAS.
Desde el momento en que nacemos estamos destinados a tener un futuro prometedor. ¡Si! No me vengas con excusas de que porque naciste en un determinado núcleo familiar eso no podrá darse, o porque naciste en determinado país del mundo no podrás echar para adelante… esas son excusas para los que no se atreven.
Si, desde el momento en que naces eres ganador. Superaste a millones de espermatozoides que compitieron para fecundar un óvulo a través del cual naciste y llegaste a ser ese ser humano que eres. También, naciste desnudo, nada trajiste a este mundo y nada te llevarás, así que eso que ahora tienes puesto, es ya una ganancia de la vida. Sigues ganando, sigues siendo un ganador.
Cuando nacemos nuestros padres tienen sueños por nosotros… “Será ingeniero”… “será doctor, ya tenemos un abogado y un contador, nos falta el médico”; otros dirán “este será mi heredero, será el que maneje el negocio familiar”… y otros simplemente dirán “este es mi adorado hijo, crecerá para ser un hombre bueno”…