sábado, 18 de diciembre de 2010

Manual de Usuario Para Seres Humanos.

MANUAL DE USUARIO PARA SERES HUMANOS.
Por: Liza Moussa.
FECHA: 19-08-2010.

Hoy quiero hablarles de algo muy cotidiano de nuestras vidas, que por eso mismo casi no lo notamos ni tomamos en cuenta.

Al levantarnos, tenemos un reloj automático que nos despierta a la hora que lo programamos para que lo hiciese: ya sea un reloj digital, un celular, o una alarma. Seguidamente revisamos nuestro celular, introduciendo nuestra clave de acceso para poder tener paso a la información que está en el celular, a ver qué mensajes o llamadas perdidas tenemos.

Al desayunar, usamos otro aparato eléctrico: una tosti-arepa, una tostadora, un microondas, licuadora (para hacer un jugo mañanero) o simplemente una nevera (para sacar la leche fría y comer cereales), y salimos a la jornada laborable del día.

Llegamos al trabajo en otro aparato sofisticado: un auto (llámese propio, taxi, autobús, perrera, por puesto, y algunos en metro, etc), y al llegar muchos encienden sus computadoras (llámese PC o Laptop, según sea el caso), y, también con clave, la introducimos y tenemos acceso a nuestra información personal…

Pero las claves de acceso no se acaban aquí. Tenemos contraseña para el correo electrónico, el cual se sugiere siempre que tengan letras, (mayúsculas y minúsculas), números y hasta símbolos, y todo en caso de un hackeo (cuando la mayor parte de los hackeos vienen de las imprudencias de los usuarios), pero bien, el caso es que hay una contraseña para el correo. Y eso es sólo una contraseña, pero hay personas que tienen más de un correo. Tienen 2 Hotmail, por ejemplo, -uno personal y otro laboral-, tienen un Gmail, (porque cuando salió los Gmails era un boom la opción de 1 Gb de almacenamiento), otro de CANTV, otro de Yahoo! (muy pocos, pero los hay), entonces ya suman 5 claves más para memorizar, las cuales se recomiendan que nunca sean iguales, y para colmo que se cambien cada mes (cosa demás de fastidiosa que ocasiona que quienes lo hagan, siempre terminan por olvidar su clave y estresarse mandándole correos a las respectivas empresas informando que “Olvidé mi contraseña”).

¡Ah! Falta las claves de las redes sociales. Tenemos el Facebook, al cual accedemos con el correo de Hotmail muchas personas, y nunca es recomendable poner la misma contraseña de tu Hotmail en tu Facebook… y dícese lo mismo del Twitter. Ya van 8 claves de acceso a tu vida. Todo está encriptado, blindado.


¡No me hagan hablar de los Bancos! Para acceder online a tu cuenta de ahorros o corriente te piden una contraseña tan complicada que terminamos sin recordarla nunca, y cada 72 horas terminas cambiándola por eso mismo, y la máquina automática del Banco te indica que no puedes poner una contraseña que ya antes hayas puesto... ¡menudo dolor de cabeza!. Además de esto, en el banco son varias claves, la de acceso, la de hacer una transferencia, y así sucesivamente. Y para colmo, justo el día menos esperado y en el que estás muy cansado, al aparato ese le da por decirte “Es necesario que cambie su clave” y uno no anda inspirado, y termina por poner una clave que al día siguiente, si no tomó la precaución de anotarla (¡Aunque ni eso podemos hacer por seguridad!) pues, la olvidarás y terminarás llamando al Banco solicitando el reseteo, terminando con otra clave complicadísima que no recordarás en unos días, y se cumple el ciclo de nuevo…

En fin, tenemos claves para todo: claves para el Banco, para el celular, para las redes sociales, para el correo, para acceso a una pc, (ni se diga para acceso a organismos nacionales como Cadivi, o las del Buzon de Voz de tu celular –y si tienes dos celulares, son dos claves-, o clave para acceder a las páginas de empleos, que te piden usuario y contraseña, llámense Computrabajo, Perfilnet, Bumeran, Empleate, 3w Jobs, ¡¡¡¡etc, etc, etc, etc!!!!)

¡SON MUCHAS CONTRASEÑAS EN LA VIDA!

Y son tantas contraseñas, que a veces se necesita una contraseña hasta para acceder a los pensamientos de los seres humanos que nos rodean.

 Hace tiempo leí en el estado de una amiga en Facebook que decía que los seres humanos deberían venir con manuales de usuarios, es decir “Hola, ¿cómo estás? Te anexo mi manual de usuario para que sepas cómo debes tratarme”… Nunca le pregunté por qué lo decía, y en realidad, nunca había digerido propiamente la enseñanza de ese comentario tan trivial, pero hace unos días me puse a pensar en esa frase y es cierto, las personas, a veces, somos indescifrables, inescrutables, misteriosas, impredecibles, y a veces, hacemos daño a los que nos rodean con esas actitudes, y muchas terminan gritándole al cielo y a Dios “¡¿Qué c… quiere?!” (ojo, los puntos suspensivos vienen de la expresión popular cuyo significado es una mala palabra que no puedo reproducir porque estamos en horario todo público).

Hay personas que de verdad uno no las entiende. Tienen actitudes por demás de incongruentes. Muchos se cansan de tratar a personas así, y otras luchan e intentan conocerla, terminando por ser las mejores amigas o amigos.

Me han tocado seres humanos así. Y me consideraba una persona sin restricciones a la hora de juzgar, en el sentido de que no me hacía ideas tempranas o apresuradas de las personas. Si no me saludaban, siempre decía “Algo tiene”, “no me vio”, “seguro ahora regresa porque anda apurada o apurado” y así iba por la vida justificando actitudes que para otras personas eran causal de, como decimos en criollo, “hacerle la cruz”, lo cual traducido significa, crucificarlo, sacarlo de nuestras vidas y pensamientos… para siempre.

Tan enfrascada y tranquila andaba por la vida en ese plan, que nunca me di cuenta de que yo misma me convertí en ese tipo de persona, no en la que hace la cruz propiamente, porque nunca he dejado de tratar a una persona, pero sí, me he convertido en la persona que perdona, deja pasar las cosas, pero nunca veo con los mismos ojos a esa persona… sí, quizás le haga la cruz. Una actitud muy humana, pero no muy cristiana. Pero nunca me olvido que en la Biblia en Jeremías 17,5, dice “Maldito el hombre que confía en otro hombre”… agrego yo, “porque terminamos por hacerle la cruz”.

No es bueno el rencor, queridos lectores. Perdonemos. Mucha gente dice “perdono, pero no olvido”, muchos dicen que no, que perdonar es olvidar. Yo soy de las que piensa que perdonar es aceptar que el otro u otra te traicionó, o cometió un error. Perdonar es darle la oportunidad a esa persona de redimirse. Y el que olvida la ofensa, quizás le vaya bien, y está bien, pero quien no la olvida, no está mal tampoco, porque, somos seres inteligentes, y si recordamos que en la Avenida “fulana de tal” hay un hueco, y ya caí en él, por simple inteligencia debo saber que si vuelvo a esa avenida, tengo que ser precavida para no caer de nuevo.

Tratar a los seres humanos sí que es un arte, que no todos los seres humanos lo tienen. No por respirar te convierte en buen conocedor de la humanidad. Y la verdad, tener un manual de usuario que te diga “Nunca saludar a las 7 am” o “mandar mensaje de texto justo después de almuerzo”, o, “hacer el trabajo sin un minuto de atraso”, o tantas otras cosas más, nos haría la vida mucho más fácil, pero, aquí entre nos’, ¿dónde está la emoción? ¿Ese descubrimiento del otro ser humano, del corazón de otro ser humano que está a nuestro lado, cuando ya descubrimos la hora, el tono de voz y las palabras exactas para decirle las cosas?… es un arte, si, que quizás nos llevaría toda una vida, pero es un arte, que bien vale la pena practicar todos los días, sobretodo con una sonrisa en los labios, que al fin y al cabo, no te cuesta nada, y puede hacer que consigas un buen amigo o una buena amiga en esta travesía que llamamos VIDA.


Dios te bendiga.

¡¡Hasta la próxima!!


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente Liza.. Me encanta todo lo que describes... Pareciera que fuera coincidente con todo lo que uno vive a diario... ES realmente cierto lo que comentas... a veces nos convertimos en seres vengativos y recorosos... y le damos mayor importancia a cosas tontas... A mi también me encantaria que existiera un manual para tratar a las personas... a veces la gente te demuestra cosas que nunca imaginaste.. pero lo que nos queda es seguir adelante y perdonar... Un abrazote...

Unknown dijo...

FElicidades hermanita, tu siempre con tus historias que de verdad son lo q uno vive en el dia a dia...

TQM...

Te Extraño un Poquito :P

Anónimo dijo...

Muy buena tu reflexión y además escribes muy bonito. Felicitaciones!
Nour

Charlie dijo...

Tengo muchisimas claves así que como muchos tiene su hoja de excel ya que para todo hay que tener claves diferentes, Liza ya te envío mi manual de cómo debes tratarme, jejeje, saludos,

Unknown dijo...

para tratarme a mi sería bueno tener un manual jeje, el problemas está cuando haces bien a todos y todos te hacen mal a ti, yo opino en dar en segundas oportunidades, pero jamas podré ver a esa persona igual y lo peor de todo es dar la segunda oportunidad y que te vuelvan a fallar, aunque siempre tendré esperanzas de encontrar personas que no lo hagan

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