martes, 8 de enero de 2013

TE DESPIDO 2012...


TE DESPIDO 2012…

¡¡FELIZZZZZ AAAAÑOOOOO!!

Okey… A estas alturas seguramente ya deben estar hartos de los tantos mensajes que te desean un feliz año 2013. 

El 30 de diciembre las toleraste porque estabas impregnado de la buena vibra. El 31 estabas entre los que la enviaron también. El 1 de enero todavía recibías unas cuantas, e incluso una que otra personalizada, pero, hoy, a esta altura del almanaque, cuando ya reanudaste la rutina, cuando te diste cuenta que entre el 2012 y 2013 lo que cambió fue un número, un dígito en el año, ya debes estar harto de buenos deseos, porque ya el espíritu, esa magia, ese calor en tu corazón, de repente, se desvaneció en el aire, la rutina la comió.


Hoy, como fuera de lugar, quiero desearte un feliz año 2013. Pero primero quiero que estemos en la misma onda... Cuando te deseo un "feliz" 2013 es porque te deseo la felicidad, pero si te deseo la felicidad, no basta con que te la desee yo, una tercera extraña a tu vida personal.

Si te deseo la felicidad y tú me la deseas a mí, entonces, tenemos que definir a la felicidad. Tienes que pensar y profundizar en la felicidad, en lo que es la felicidad, pero no como un concepto aprendido ni como la definición que da Wikipedia o el Diccionario de la Real Academia Española, sino definir la felicidad en base a lo que a ti, en tu corazón, te hace o hará feliz. 

Hubo una cadena por Blackberry Messenger -cuyo autor desconozco- que me mandaron y me gusto mucho por lo real, no era sosa como otras que destilaban clichés aprendidos y reenviados. Era real.

Decía así:


"YA VIENE UN NUEVO AÑO.
Sé que es posible que este año te resultase largo... para muchos ha sido un año difícil.
El 2012 ha tenido sus cosas buenas y sus cosas malas. Hemos reído, y hemos llorado. Hemos ganado y hemos perdido...
Pero espero que en lo personal, este año que ahora está acabando fuese benevolente contigo, y te trajese más experiencias agradables que ninguna otra.
Es mi deseo y esperanza que este año tenga un final agradable para ti... y que el 2013 llegue con un montón de agradables sorpresas.
Para ti mis deseos de paz para el año 2013.
Deseando que puedas celebrar también cosas buenas que te ocurrieron en el 2012.
¡Que disfrutes de un buen fin de año!
¡Feliz fin de año y feliz año nuevo."


¡¡Que bella cadena!! Estuve muy agradecida con quien me la envió porque envolvió mi corazón en un bálsamo de consuelo y realidad. Resume todas mis vivencias con esa luz agridulce que siempre alumbra todos los momentos de la vida.

...

Señores, grítenlo en ustedes. Aceptémoslo… No nos de pena porque todos dicen que fue un buen año, o porque nos gritan “¡Feliz año 2013, próspero año nuevo!”… Es decir, digamos por un momento nuestra realidad, afrontemos los malos momentos del 2012 por un segundo (pero un segundo nada más) y admitámoslo para nuestros adentros: “¡NO! ¡No! ¡No me fue muy bien este año! ¡No logré mis metas! ¡Sí, me engañaron, fui víctima de chismes, de hipócritas, de manipulaciones, vacilaciones! ¡Fui tratada con rudeza, tuve problemas de salud!” sígamos: “¡NO! ¡NO! ¡No me fue bien este 2012! Mi padre falleció, o mi madre, o mi abuela... O tu abuelo, tu primo, tu tío, tu sobrino... Tu hijo... No... Dios, no me fue bien este año...”

Y derramando una lágrima miraste los cohetones y traquitraquis y gritaste en tu alma a Dios que está en los cielos: “¡¿Por qué Señor me hiciste pasar por esto?! ¡¿Por qué?!”

Y habrá quien se atragante con las uvas, quien salga con la maleta o quien use ropa interior amarilla...

Unos lloraron porque se les acabó el pavoso 2012 y otros simplemente tomaron y disfrutaron locamente de ese feriado anual... que no acabó el 21/12/2012 como lo dijeron los mayas, porque sólo Dios sabe la hora en que este mundo acabará…

Y es en la soledad, ahora, cuando la bulla ha pasado, que te toca examinar tu año finalizado. Seamos sinceros, seamos conscientes de, como dijo el autor de la cadena, los momentos benevolentes... Los momentos de franca alegría, los momentos de moderada estabilidad, los momentos positivos, los triunfos, las metas realizadas... Concentrémonos en eso ahora que pasamos la intoxicación de las celebraciones que te rodeaban...

¿Recuerdas ese trabajo que conseguiste? ¿Recuerdas a esos amigos invaluables? ¿Recuerdas que tus padres viven? ¿Recuerdas que tus hermanos viven? ¿Recuerdas que estas sana o sano? ¿Recuerdas que por fin conseguiste una pareja maravillosa con quien compartir tu vida? ¿Recuerdas la sonrisa de tu sobrina? ¿Recuerdas aquella vez que reíste fuerte con tu familia o con unos amigos o unas amigas? ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas ese momento que te llenó tanto de alegría que tu corazón gritó ¡¡GRACIAS DIOS!!? ¿Lo recuerdas?

No los olvides, porque ESOS momentos también formaron parte de tu 2012, y momentos así de irrepetibles estarán en tu 2013. Todo es una cuestión de actitud, de la actitud que tomes hacia la vida que va pasando.

Pasaste malos momentos, ¡pero no hay duda de que los hubo muy buenos! Y si aún, en tu depresión, dices: “NO, no los hubo”… pues, borrón y cuenta nueva, porque más que un dígito del calendario que cambia, lo que ha de cambiar es tu actitud a la vida para que la vida cambie su actitud contigo. No seas hostil, sé paciente. La paciencia todo lo alcanza, y los sueños se alcanzan con persistencia y no con rudeza. Así saborearás mejor del éxito.

Hay un poema de Amado Nervo que siempre me ha gustado que aunque se aplica al ocaso de la vida en general, podemos aplicarla al ocaso de un año que culminó… el poema reza así: 


"Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; 

porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. 

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! 

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas... 

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!"

...

Recuerden: "si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas"... Lo que pienses lo atraes. 

Si te concentras en lo malo que te trajo el 2012 nunca verás lo bueno que vino también y mucho menos podrás disfrutar lo bueno que ya está por venir a tu vida.


2013: no me has prometido sólo noches buenas pero sé que tendré algunas santamente serenas. Espero por ellas.

2013: Hay metas y sueños que se renovaron con 12 campanadas... ¡Voy por ellos!


Y a todos, les deseo un feliz y próspero año 2013 lleno de actitudes positivas y de renovación espiritual, que Dios nos ha prometido su compañía los 365 días del año que ya empezó. Sé feliz. Es un mandato bíblico. Sé feliz, y ten fe.

2012: nada me debes.
2012: estamos en paz.


Por: Liza Moussa.
Fechas: 31/12/2012 y 07/01/2013

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Liza, ! Es mi post preferido hasta ahora! Creo que mas de uno se identificará, yo me incluyo :)

Charlie dijo...

Adios 2012 hola 2013, ¿te fue mal en el 2012? ¿te fue bien en el 2012?, del 2012 nos llevamos las lecciones aprendidas sean buenas o sean malas, disfruta de tus triunfos y razona tus derrotas. Aunque siempre se dice que año nuevo vida nueva, pero la vida nueva la hacemos cada día que nos levantamos de la cama, cada nuevo amanecer que Dios nos regala lo debemos agradecer, así vivas en tu mansión o así vivas en tu humilde casa.
Que bien se siente recibir mensajes de buenos deseos, ese bombardeo de buenas intenciones, algunas muy honestas y otras que creemos llenas de hipocresía, a veces decimos que nada más nos escribe en navidad, bueno al menos te ha escrito en navidad, algo significas para esa persona, aunque haya colocado un mensaje en facebook, estar en el facebook de esa persona ya es algo importante.

Te deseo Feliz año Liza, a todos tus lectores y a todos los que acaban de leer mi comentario.

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