Hermanitas Pequeñas

HERMANITAS PEQUEÑAS.

Hoy quisiera dedicar palabras que reflejen mi amor hacia ti que, aunque muchas veces no lo expreso con un "te quiero" o que, cuando lo hago no suene sincero, la realidad es que siento en mi alma un amor profundo y arraigado también en mi corazón. Sé que no te gusta que te lo exprese así, sé que eres penosa y te incomoda porque como adolescente eres y no eres cariñosa, pero es por la etapa de crecimiento donde sientes que todo se tambalea porque vas buscando el autoconocimiento de tí misma.

Hoy quizás no aprecies estas palabras porque la edad quizás no lo permita, pero quiero que sepas que el amor de hermana es igual que el amor de madre a hija, y el de una hermana mayor a una hermana menor a la que vio gestarse en el vientre de la madre, la vio nacer, la alimentó, la bañó y jugó con ella, es casi igual y más bien hasta mas, porque es casi como una mamá pero con la complicidad de una hermana.

A veces peleamos, discutimos, nos dejamos de hablar (pero de ratitos), porque parece una regla que los hermanos que no pelean no son hermanos, y creo que hemos probado con creces que somos muy hermanas...

Somos distintas pero hay algo que siempre permanecerá en el tiempo:

Cuando naciste y te cargué suavecita, débil, sublime en mis brazos: te amé.

Cuando fuiste creciendo y diste tus primeros pasos y te sostenía por los bracitos: te amé.

Cuando regresaste del colegio el primer día y te vi uniformada: te amé.

Y hoy, con 14 años, de uniforme, caminando, creciendo, sonriendo, siendo tú misma: te amo.

Y dentro de 20 años, casada, como profesional, como un ser humano lleno valores, como una hermana y hasta como si fueses mi hija, te amaré. Siempre, siempre lo haré, porque está tu rostro en el fondo de mi corazón grabado, los recuerdos con fuerza en mi mente fijados y tu sonrisa en mi alma reposando.

Te quiero.

Te amo, hermana.

Por: Liza Moussa

Fecha: 09/05/2013.