DECÍDETE.
El pasar por malos momentos es un reto inimaginable
para todos los seres humanos. No sabemos cómo reaccionaremos ante las diversas
situaciones que debemos enfrentar y a veces tomamos decisiones llevados por el
momento que luego nos arrepentimos de tomar porque ya estamos viviendo las
consecuencias de ellas y nos dimos cuenta de que quizás no fue la correcta...
¿Te suena?
A mi me suena, y mucho.
Hace tiempo escribí "¿Tienes Un
Problema?" Y ahora escribo sobre lo que hacemos cuando tenemos un problema.
Cuando lo tienes te sientes muy abrumado o abrumada
con el peso de cargar con ese problema... Tener un problema amarga, porque
afecta tu salud física y mental. Cuando te ves obligado a hacer cosas que no
quieres, que no te llenan, que no te satisfacen internamente, eso conlleva a
que te sientas infeliz y enfermo.
Al tener un problema, sientes un agobio, no duermes
bien, es decir, te da insomnio, algunos no comen bien y otros comen en exceso,
tienes cambios de humores e, inclusive, hasta cierto grado de depresión porque
sabes que lo que estás haciendo no te llevará a donde tu quieres ir.
Y es ahí cuando tienes la obligación de tomar
decisiones que te lleven a sentirte mejor, completo y lleno. Pero hay personas
que tardan mucho tiempo en tomar decisiones... Por eso, no esperes un momento
especial o determinado para hacer algo... Porque el tiempo se te pasará
esperándolo... Y tú seguirás sufriendo los pormenores que implica ese malestar
y esa incomodidad.
Pero, ¿qué hacer? ¿Cómo tomar una decisión? Por
ejemplo, ¿cómo decidir abandonar un trabajo? ¿Cómo decidir dejar a tu pareja
actual? ¿Cómo decidir, incluso, por quien vas a votar en las próximas
elecciones? ¿Cómo decidir a dónde ir de vacaciones? ¿Cómo decidir qué carrera
estudiar? ¿Cómo decidir si abandonas o no la carrera en la que estás?... Y
tantas, tantas, tantas otras decisiones que se nos presentan en nuestra vida.
Yo tengo un método, que no se aplica a todos los
tipos de problemas que existen en el mundo y ante cada ser humano, porque cada
caso hay que estudiarlo, y, además, no es un método infalible, pero tampoco es
malo. A mí muchas veces me ha funcionado.
Antes que todo: encomiéndale tu problema a Dios y
pídele que te brinde la sabiduría, inteligencia y astucia para saber cuál es la
decisión correcta a tomar.
Luego, aplica la siguiente afirmación a tu vida: No
esperes un momento especial o determinado para hacer algo... Porque el tiempo
se te pasará esperándolo.
Hoy dices que mañana decidirás y mañana dices que
el día después y así van pasando los días... Semanas... Meses... Años...
Pregúntate: ¿eres feliz?
Es dura la pregunta y con sólo 2 respuestas:
"si" o "no"... Y millones de razones de por qué sí o por
qué no.
Si respondes que no eres feliz o no eres
completamente feliz, ahí, en la oscuridad y dolor de ese momento es cuando
tienes que preguntarte otra cosa: "¿por qué?"... "¿Por qué NO
eres feliz?"
Pregúntatelo... pero eso sí, tienes que ser honesto
contigo mismo... Cero excusas. Nadie va a saber la respuesta, sólo Dios y tú.
Si no eres feliz porque en tu trabajo no sientes
que te lleno, o porque tu relación pareja no es lo que esperabas o por muchas
otras razones {inserta tu motivo aquí}, es hora de sentarte y hacer una lista,
porque es hora de hacer algo para ser feliz. ¡Tienes que buscar tu felicidad!
¡Ella no te va a caer del cielo!
Piensa en lo que necesitas hacer para ser feliz o
en lo que necesitas dejar de hacer para ser feliz. Luego haz una lista con pros
y contras de la presunta solución a tu problema.
Después, lo más difícil:... TOMA LA DECISIÓN DE
DESPRENDERTE DE LO QUE NO TE DEJA AVANZAR.
Si quieres hacer algo, si quieres ser feliz, sopesa
esos pros y contras, decide lo que sientes que es correcto y conscientemente
respeta tu decisión en el futuro.
Y, sobretodo, respeta tus propios sentimientos en
determinados momentos... Lo que sientes hoy sobre tu felicidad es lo que
sientes y en base a eso y a una decisión consciente es que tomarás una
decisión.
Quizás en 1 o más años digas que fue una mala
decisión y te recriminarás por haberte sentido así, pero, no niegues tus
sentimientos, porque en ese momento tenías razones para sentirte así.
Respétate y respeta tus decisiones del pasado que
quizás sí fueron las correctas porque te trajo hasta aquí... Y si no fueron
correctas, igual te trajo hasta aquí: vivo. Y mientras hay vida, hay que
vivirla y tomar riesgos...
Como dice el refrán: quien no arriesga, no gana.
Dios te bendiga.
Por: Liza Moussa.
23/04/2013
1 comentarios:
La vida se basa en la toma de decisiones, desde que desayunar, hasta cuando vamos caminando por la calle, hay decisiones fáciles y hay decisiones difíciles.
En la Universidad vi una materia llamada Toma de Decisiones en la Gerencia, una de las cosas que recuerdo que decía el profesor era que las decisiones se tomaban, no existían decisiones malas o decisiones buenas, cada decisión conlleva a unos efectos, una vez tomada la decisión nunca se sabrá si fue la mejor.
Otra cosa que aprendí fue que se recomienda utilizar la Técnica del Árbol para la Toma de Decisiones.
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