¿EL VOTO ES SÓLO UN DEBER POLÍTICO?
Yo quería hacer un post político antes del 7 de octubre pero entre el estrés de no saber quien ganaría, de no saber el rumbo en el que se encaminaría nuestro país por 6 años mas, y el trabajo del día a día que sin él, gane quien gane, no se come, ni se viste, ni se disfruta la vida, y entre la cola de 3 horas y media que me calé a mucha honra y orgullo (mentira, ni tanta honra ni tanto orgullo, porque al salir me di cuenta que no había nadie y si hubiese llegado 4 horas después de la hora en que inicialmente llegué, no hubiese tardado tanto), pero el caso es que voté... Y luego de la resaca, la depresión, el hundimiento y el levantarme nuevamente confiada de que el camino hacia la paz (que al menos opté por creer que llegaría) va a llegar tarde o temprano, pues, entre todo eso no escribí.
Tenía la inspiración, las palabras, las ganas, la emoción, el optimismo, pero simplemente no me senté a plasmar mis ideas y mis opiniones pre-electorales... En parte porque en el fondo rechazaba la idea de escribir sobre política en mi Blog... La política es sucia, genera división y no quería manchar la línea personal que he querido mantener aquí... no quería “mancharlo” de alguna manera con divisiones entre nosotros, así como nunca he publicado nada que sea crítico a las creencias religiosas de personas que piensan distintos a mí, porque mi intención al escribir es que haya unión entre los seres humanos y que haya fe en un Dios que todo lo ve y todo lo anota en el Libro de la Vida.
Pero, luego de un profundo autoanálisis y luego de conseguir equilibrarme después de tanta bulla pre, durante y post electoral, caí en cuenta de que mi blog se llama: "Reflexionando Un Rato..." y, hay que ser objetivo: también de política reflexionamos a diario… queramos o no queramos, y hay una gran diferencia entre omitir las opiniones y opinar con un mensaje de reflexión…
La política nos afecta a diario. En la comida que consigues en el supermercado o en Mercal, en el trabajo porque están discutiendo las convenciones colectivas del empleador Estado o de la escases de personal contratado o por contratar por diversas razones culturales cuya opinión personal omitiré en pro de la paz y evitar enfrentamientos, y, entre otras cosas, múltiples de cosas que vemos a diario: en el costo de la vida, de las comidas, en la inseguridad (tema que traté en una ocasión ya en mi Blog), etc, etc, etc… Todo eso es, directa o indirectamente, duélale a quien le duela, moleste a quien moleste: política.
Y, ¿saben qué? Estoy harta de la política venezolana. ¡Basta de odios! ¡Basta de insultos! ¡¡¡BASTA!!!
No entendí, no entiendo y nunca entenderé por qué siempre que hay un problema –en temas político- se cae en los insultos y en los comentarios denigrantes. Toda la población que hoy llamamos juventud ha escuchado siempre un discurso agresivo en las pantallas de televisión provenientes de un personaje del Alto Gobierno. Siempre hay un insulto al que medio opina distinto. Y siempre hay un sarcasmo, no hay duda de ello, en el otro bando contrario al Gobierno que también hace daño. Razones tendrán de parte y parte… Se entiende la rabia de ambos bandos, pero no la justifico, no la apoyo, no la aplaudo…
De verdad cansa tanto odio, cansa tanta agresión. Si el Presidente dice “A” salen los opositores a decir “B”… pero si los opositores dicen “A”, el Presidente dice “B”… ¡¿Cómo entonces se construye un país así?
Si bien es cierto que la corrupción la había antes y la hay ahora; si bien es cierto que en estos últimos 14 años se han implementados ideas buenas pero que hay fracaso en algunas cosas relativamente por falta de personal capacitado, también es cierto que hay muchas personas en la ignorancia y hay muchas personas que están pecando gravemente con la idolatría a un ser humano que es frágil, de carne y hueso e imperfecto…
Miren, yo soy de una opinión muy simple… y es una que sale resumida en la Biblia… Y me disculpan si suena muy fuerte, pero aquí les va: “Así habla Yavé: ¡Maldito el hombre que confía en otro hombre, que busca su apoyo en un mortal, y que aparta su corazón de Yavé!” Jeremías 17.
¿Confías en el Presidente? No deberías. ¿Confías en el Candidato Opositor? No deberías. ¿Pones tu confianza en sucesores del Gobierno? No deberías. ¿Pones tu confianza en dirigentes de la oposición? No deberías. No hay que confiar, porque la confianza a de ser para Dios y sólo para Él.
Sin embargo, soy una categórica opositora a la abstención política sea tu voto para el o los candidatos que sean. El voto no es sólo un derecho, es un deber.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Artículo 62 señala:
“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas.”
Ese viene siendo el Derecho al voto. ¿Y el deber?. Está indicado en el artículo 132 que señala:
“Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social.”
Cuando se habla de la vida política, se habla de escoger a nuestros dirigentes… Por lo tanto estamos obligados por la Constitución a votar y aunque no haya sanción establecida, esa obligación existe… Pero, me pregunto, ¿es un deber que Dios quiere que ejerzamos? ¿No dijo Dios al César lo del César y a Dios lo de Dios?
Me invadió esta duda hace unas semanas, antes de las elecciones del 7 de Octubre, e investigando por internet descubrí análisis muy interesantes.
Muchas personas que conozco que son creyentes de corrientes cristianas no-católicas me dijeron que si hay alguien en el gobierno nacional es por la voluntad de Dios, que en las elecciones presidenciales iba a pasar lo que Dios quería que pasara porque Dios nombra los Gobiernos.
¡Y es cierto! La Biblia lo dice en Romanos 13:1: “no hay autoridad sino de parte de Dios” y “las que hay, por Dios han sido establecidas”.
Esto me causó duda y suspicacia. Porque, ¿qué pasa cuando un Gobierno es malo? ¿Significa que Dios aprueba los gobiernos malos, a los malos gobernantes, a los gobernantes que asesinan, que engañan, que son corruptos a lo largo y ancho del Mundo que la historia de la humanidad a confirmado su existencia? Esto no me cuadraba porque Dios no es un Dios de maldades, es un Dios bondadoso y misericordioso… amoroso…
Por eso hay que estudiar la Biblia en su conjunto, no sólo pequeñas frases aprendidas, repetidas como loros, porque hay basamento bíblico para, en cierta forma, desconocer que ese tipo de gobiernos sean escogidos por Dios y protegidos y amparados bajo su bendición.
Pero antes de entrar en estos detalles, respondamos la pregunta que nos hicimos, ¿los creyentes en Dios debemos votar o es simplemente un mandato de los hombres?
La Biblia dice “Cualquiera sea el trabajo de ustedes, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres. (…) Ustedes sirven a Cristo, el Señor.” (Colosenses 3:23-24), es decir, en cada una de nuestras acciones está el hecho de buscar agradar y servir a Dios. Estamos llamados a votar, todo creyente lo está, y al hacerlo, votar por el candidato que sea agradable a Dios, cuyas propuestas electorales y políticas y cuyos principios, convicciones personales y valores se ajustan más a lo que agrada a Dios. No hacerlo, va contra Su voluntad y Su Mandato.
Claro, es obvio que es muy difícil que un político tenga buenos valores, es que ese mundo es muy oscuro, muy tramposo, muy fraudulento, ¿qué podemos hacer, entonces?
VOTAR. Votar por el candidato que en nuestro corazón sea agradable a Dios, examinar su palabra: si en su palabra está el odio, si sus acciones van acorde a sus promesas, si son honrado en cumplir su palabra, porque por sus obras los conoceremos, dice la Biblia.
Si en 20 años, una persona no cumple lo que promete, y por sus obras los conoceremos, ¿por quién votar? Si una persona tiene un discurso de ironías, contra la voluntad de Dios, invocando espíritus contrarios a Dios, haciendo y deshaciendo a su antojo, ¿por quién votar? ¿Por el que me asegure el puesto en mi trabajo o por quien puede ser que quizás le vaya a dar un mejor futuro a nuestros hijos, hermanos y sobrinos?
Sí es cierto que en Romanos 13:1 se dice que todo Gobierno y autoridad viene de Dios, pero también es cierto que Dios ha dicho que cuando se actúa en contra de la Ley de Dios no se ha de obedecer…
Veamos:
“Luego el rey de Egipto se dirigió a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifrá y la otra Púa; les dijo: «Cuando asistan a las hebreas, y ellas se pongan de cuclillas sobre las dos piedras, fíjense bien: si es niño, háganlo morir; y si es niña, déjenla con vida.» Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los niños.” (Éxodo 1:15-17)
“«¿Están dispuestos ahora, apenas oigan el sonido de la trompeta, el pífano, la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa y de toda clase de instrumentos, a postrarse y adorar la estatua que yo hice? Porque si ustedes no la adoran, serán arrojados inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente. ¿Y qué Dios podrá salvarlos de mi mano?». Sadrac, Mesac y Abed respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: «No tenemos necesidad de darte una respuesta acerca de este asunto. Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, ten por sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que tú has erigido».” (Daniel 3, 15-18)
Lo anterior nos indica, nos guía en los casos en que un Gobierno quiere meter la mano en Tribunales, en la equidad de las prestaciones sociales, cuando cercenan sus leyes derechos de cualquier ser humano a costa de la protección de otro, cuando no se hacen leyes justas… todo esto, estas partes bíblicas nos guían, nos alumbran en que Dios no ampara las injusticias ni las cosas que van contra su Ley.
¿Siguen dudando que Dios llame al voto? ¿Siguen dudando que Dios no ampare las maldades? ¿Siguen dudando de que la voluntad de Dios siempre sea para nuestro bien?
En todos esos casos bíblicos citados, Dios no dejó “morir” a ninguno de sus servidores… Así que vota por quién crees que tenga valores, por quien crees de verdad que ayudará a tu país, a tu estado, a tu ciudad. Vota por quien TÚ crees que Dios votaría. Es una decisión muy personal… pero ¿no lo son todas las decisiones nuestras? ¿No tenemos libre albedrío? ¿Por qué culpar a Dios por los malos gobernantes, si son los malos ciudadanos los que votan por ellos? Pero que una cosa te quede clara: Dios nunca nos desampara. Los esclavos de Egipto estuvieron años como esclavos, luego Dios los liberó…
Simplemente, Dios no abandona a sus Hijos… Toma la decisión de ejercer tu derecho al voto con consciencia y no con miedo o con cuidar tu puesto laboral… Al fin y al cabo, Dios proveerá siempre, y eso, esa confianza ciega, esa certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1), eso es FE.
¿Por qué dudas de que Dios te protegerá, hombre o mujer de poca fe?
Por: Liza Moussa
Fecha: Octubre y Diciembre de 2012.
3 comentarios:
La pregunta de algunos es: ¿Votar o no Votar?. La respuesta es Votar. Es importante que tu voz se escuche. ¿Ningún candidato te parece adecuado? ¿Alguno se asemeja a lo que buscas? igual vota, puedes votar nulo. Aunque como todo. Tú también puedes ser una opción o un ejemplo a seguir, los candidatos tuvieron el valor de presentar su opción y el pueblo lo elije. La voz del pueblo se encuentra en cada voto.
Este escrito me parece muy claro y justo.
No pongamos la confianza en hombre alguno, mas bien dejemos que Dios sea la guía a la hora de ejercer nuestro derecho y cumplir con el deber que tenemos de elegir a los gobernantes regionales o nacionales.
Gracias por compartir lo que sientes con respecto a lo que vivimos a través de este blog!
Publicar un comentario
No olvides dejarme tu comentario aquí. Me inspiran a seguir escribiendo.