HERMANOS QUE NO PELEAN, NO SON HERMANOS.
Dedicado a mi hermano mayor Bakhos M.A.
Imagínense a dos niños, menos de 5 años cada uno, caminando en verdes praderas y alrededor de flores multicolores, bajo un sol piadoso que da brillo al día pero no quema con su calor, abrazándose y diciéndose “te quiero, hermanito”… ¿te lo imaginas? Pues bien, deja de imaginártelo porque así no son los hermanos verdaderos.